Museo de Arte Sacro
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El rico patrimonio que se conserva en las capillas, ermitas y demás templos extendidos por toda la Península Ibérica, se distingue por la belleza y calidad de sus pinturas, esculturas y las soberbias piezas de orfebrería que aguardan pacientes la mirada sorprendida del viajero bajo un espléndido manto de piedra consagrada.
Jerez de los Caballeros se exhibe ahora orgullosa en este Museo, con los tesoros sacros custodiados durante siglos en el interior de sus templos.
Para mostrar esta riqueza ha elegido uno de los edificios más representativos de la arquitectura noble: El Palacio de la Vicaría, que debe su nombre a haber sido en su día la residencia del Vicario General de la Orden de Santiago.
Sus líneas sobrias, severas y funcionales, son claro ejemplo de la tendencia arquitectónica del Barroco Español. La estructura se simplifica en sus espacios y acabados, pero se viste con la riqueza de su mobiliario, pinturas, tapices y joyas de oro y plata.
Pintura
La superficie se torna en forma y volumen, realidad y esencia de vida plasmada en la pintura. Desentrañar su misterio conduce nuestra mirada al Renacimiento, donde se establecen las normas de la noble profesión de pintor.
El artista-creador renacentista dignifica su arte; imbuido de humanismo, sabedor de la filosofía clásica y de la Teología, nos acerca al misticismo y cotidianeidad de santos, vírgenes o ángeles, nos atrapa en los mitos, en el misterio del Hombre, del Universo y del Creador.
Ciencia y genio caminan juntas en la creación artística: por el lienzo se entrelazan realismo, espiritualidad, belleza o dramatismo en un canto a las maravillas de la naturaleza y a la magnificencia de Dios. El dominio de las técnicas y los materiales, conjugados con los conocimientos propios de la profesión de pintor en los campos de la geometría, matemáticas, perspectiva, anatomía, cosmografía y astrología, determinaban la maestría del artista.
Escultura
“. . . El escultor estudia, medita… hace conceptos e ideas, imágenes interiores, inventa, esculpe, copia, retrata, apareja, desbasta, rebaja, desboza, rebota, acaba, retoca, lija y pule y hace modelos”.
Carducho en los Diálogos de la Pintura
Los escultores barrocos españoles se distinguen por lograr un virtuoso balance entre el sobrio clasicismo y la solemnidad de la influencia italiana. Como materiales de trabajo utilizan sobre todo la madera, pigmentos y finas láminas de oro, y producen sus obras de culto en exclusividad para la Iglesia Católica. Todas estas imágenes que sobreviven hasta nuestros días contienen aún una poderosa carga espiritual y piadosa que transmite al creyente una sensación realista, directa y conmovedora del pasaje religioso que representan.
Destacan dentro de la selección de piezas las esculturas que representan a la Virgen con el Niño Jesús, obras del siglo XVI cuya factura primitiva contrasta con una fuerte carga de expresividad contenida.
Orfebrería
…Por su misma naturaleza, el oro y la plata se caracterizan y sobresalen por su lustre, brillo, nobleza y resplandor, cualidades que los definen como “espléndidos”…
Cristina Esteras Martín
Los inicios del trabajo de la plata destinado a la creación de objetos litúrgicos en España se remontan al siglo XIII con la aparición de grupos plateros catalanes, valencianos y aragoneses; sin embargo, el periodo de más fructífera producción tendría que esperar la llegada de la plata americana durante el Renacimiento. También en esta época se consigue que la platería alcance la categoría de arte y deje de ser calificada como un mero oficio mecánico del metal, lo que supondría prestigio y privilegios para los orfebres.
Cantorales
“(un canto que)… por su suavidad, facilidad y dulzura favorecería la gravedad de las procesiones y la edificación del alma”
“Liber processionarius Sacti Ordinus Cisterciensis”,1649
Los cantorales son libros de coro de grandes dimensiones que se caracterizan por sus encuadernaciones de robustos cueros y por los suaves pergaminos que servían de soporte a las notas musicales y oraciones que a diario debían ser cantadas en conventos, sacristías y coros.
Estos libros manuscritos constituyen magníficos ejemplos del buen hacer caligráfico e ilustrador que cuenta en España con una gran tradición.
Complemento indispensable de los cantorales era el facistol (nombre derivado de los términos alemanes fest -fijo- y stuhl –apoyo-). Se trataba de un pesado atril que soportaba los voluminosos manuscritos y permitía que sacerdotes, monjas, legos y cantores siguieran desde cierta distancia las notas armónicas con que inundaban coros y presbiterios durante las ceremonias religiosas.
En este Museo de Arte Sacro encontramos bellos ejemplos de Cantoralesdatados hacía mediados del siglo XVI, en los que, a pesar de la huella del paso de los siglos se conserva su ornamentada grafía musical.
Ubicación
PALACIO DE LA VICARIA
Dirección: C/ Fuente de los Santos, 16