El campamento urbano, en marcha desde el pasado lunes, vuelve a ofrecer a los más pequeños de la casa diversión y educación en valores durante la temporada estival, además de facilitar a padres y madres la conciliación de la vida laboral y familiar.
Con las medidas de seguridad establecidas, este año el aliciente está en la Piscina Municipal con natación y juegos en el agua. Las 90 plazas de las dos primeras quincenas del campamento se han cubierto y lo mismo se espera para la tercera y última, según ha destacado Miguel Barroso, coordinador del mismo.
En esta edición son diez los monitores y monitoras, cuatro en prácticas, quienes se ocupan de los diferentes grupos de niños y niñas, organizados por edades. Cada mañana se plantea muy entretenida con actividades creativas, deporte, juegos en la naturaleza, gymkanas… y también sorpresas, para culminar la jornada con la propuesta más refrescante, el disfrute de la Piscina Municipal.
Para los niños y niñas participantes, además de la diversión, uno de los aspectos más valorados es la relación con sus iguales y la oportunidad de hacer nuevos amigos.