Nuestra Dehesa
Para ampliar la imagen haga clic sobre ella
La dehesa constituye un sistema de explotación único, ya que este régimen agroforestal conlleva una serie de labores y manejo típicas, con el fin de sacarle la mayor rentabilidad posible.
Es un sistema agroganadero extensivo en el que se simultánea el cultivo de las zonas más favorables y el pastoreo de las menos productivas resto.
Entre las especies animales que aprovechan los recursos de la dehesa destaca el cerdo ibérico. El cerdo aprovecha fundamentalmente las bellotas de encinas y alcornoques durante la montanera, período variable que se transcurre desde el mes de noviembre hasta el de febrero; dependiendo de la cantidad de fruto producido por los árboles en ese año.
Las “piaras” de cerdos transitan por la dehesa comiendo bellotas, raíces, hierbas, pequeños insectos y lombrices, todo ello junto con el proceso de curación hace que el jamón ibérico de bellota sea uno de los mejores manjares que podamos disfrutar. De igual forma, los embutidos fabricados en esta zona son considerados sinónimo de calidad, motivo por el cual tienen una gran aceptación en todos aquellos lugares donde se conocen.
La poda de encinas y alcornoques y la posterior elaboración del carbón vegetal a base de la leña obtenida, siendo esta última operación muy típica en la zona, en la que se construyen los llamados “boliches”, que son montones de leña confeccionados
de un modo muy particular, y arropados a base de tierra. Cerdos IbéricosEste sistema de cocción de carbón requiere la continua presencia de una persona que se encargue de ir sofocando aquellos focos de llama se vayan originando en el horno.
Asimismo, el descorche de los alcornoques es una labor forestal propia de los lugares donde existen masas de árboles. Esta labor se desarrolla en verano, a partir de los primeros días de Junio, y en la que intervienen unos operarios, denominados “sacadores”, de forma totalmente manual y con una técnica tan peculiar y como difícil de adquirir, habilidad que es transmitida generación tras generación. El turno de saca está establecido para esta comarca en nueve años, tiempo en cual adquiere el corcho las condiciones óptimas de calidad para poder ser empleado en infinidad de productos.