Ruta de los Conventos
El fervor religioso de finales del siglo XV se extenderá a lo largo del siguiente y, como consecuencia, la Ciudad verá nacer un total de nueve comunidades religiosas.
Las posibilidades económicas de la nobleza y de las familias más ricas harán que ese fervor encuentre cauces materiales para su desarrollo.
Por otra parte, la actitud de la autoridad religiosa también ayudará a que proliferen estas instituciones, pues en algunos casos permitirá que funcionen incluso sin estar oficialmente creadas.
También los conflictos internos que aparecen en algunos conventos, y que en ocasiones se solucionan abandonando la casa uno de los grupos disidentes, serán indirectamente causa de que su número aumente.
Estas fundaciones no tuvieron la misma suerte que las parroquias y ermitas, pues de todas ellas sólo subsiste una: Nuestra Señora de Gracia, aunque se conservan los edificios de casi todos los conventos que existieron en Jerez.
Es frecuente que los edificios en los que se crean los conventos sean casas particulares adaptadas y muy pocos se levantan de nueva planta, por lo que es difícil hablar de características arquitectónicas generales, sino más bien de particularidades de cada uno.
LA RUTA
El recorrido nace en el Convento de Gracia, ya que siempre partimos desde la Oficina de Turismo
El Convento de Gracia está regido por religiosas de clausura de la Orden Tercera de San Francisco. A continuación, nos dirigimos por la calle las Monjas hasta la calle Templarios, que recorremos hasta alcanzar el Arco de Burgos.
Seguimos hacia la calle Corredera Hernando de Soto y nos encontramos con el Convento Madre de Dios. Este solar que ocupa buena parte de la manzana, se alza en las que fueran las dependencias del convento de monjas de la orden de la Tercera Regla, y luego de Santa Clara.
Volviendo hacia el Arco de Burgos y en dirección a la Plaza de España por la calle de Vasco Núñez encontramos el Beaterio de la Esperanza y subimos hasta encontrar, en el centro de la ciudad el Convento de la Trinidad, que se alzaba en la Plaza de San Miguel. Actualmente se encuentra en él una farmacia cuya entrada está decorada con un portal de granito.
Con dirección Sur por la calle de San Agustín encontraremos el Convento del mismo nombre, el Convento de San Agustín.
Desde el lateral del convento, parte la calle Jesús y María, la cual nos llevará hacia la Puerta de la Villa, y a escasos metros encontraremos el Convento de la Consolación.
Siguiendo nuestro recorrido hacia el barrio bajo de la Ciudad por las calles Capitán, Iglesia, Plaza de Santa Catalina y Peña llegamos a la calle de la Luz, que toma su nombre del convento ubicado en ella y en el cual finalizaremos nuestro recorrido, Convento de Nuestra Señora de la Luz.
Especial mención merecen en esta apartado las fuentes, puesto que a través del recorrido podemos aproximarnos a las fuentes que todavía se conservan en la ciudad y que en sus orígenes suministraban de agua a los vecinos de los diferentes barrios, casualmente situadas muy cercanas a las diferentes congregaciones religiosas.
Estas fuentes son:
Fuente de los Caballos, Cercana al Convento Madre de Dios.
Fuente del Corcho. En el Barrio de Santa Catalina, junto al convento de la Luz, en la plazuela de su nombre.
Fuente de los Santos. Próxima a la Puerta de la Villa y al Convento de la Consolación.
Fuente de Santiago. Ubicada el la plaza que lleva su nombre y muy cercana a la Capilla de este apóstol.