Casa Romana
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La imaginación al servicio de la historia
La casa romana de El Pomar pertenece a los siglos III y IV. d. C., aunque parece que sufrió reformas con el paso del tiempo en los siglos V y VI.
Asentada en una población romana: Seria Fama Iulia, pertenece al tipo de casa villa rústica, (así llamada en latín), es decir, una casa de campo dedicada a la explotación agrícola y ganadera. Se desconoce su auténtico tamaño, ya que se conservan pocos restos, aunque probablemente se extendería hasta una arroyo (hoy subterráneo) de donde tomaba el agua la actual Fuente de la Plaza Vasco Núñez, teniendo en cuenta la gran necesidad de agua que tenía cualquier explotación de este tipo.
La palabra Pomar, en latín significaba terreno con árboles frutales y más en concreto, manzano, de donde toma el nombre, ya que probablemente estuviera rodeada de árboles de este tipo. Actualmente una variedad de manzana conserva el nombre de poma.
Los restos conservados están ordenados en torno a un amplio espacio central o patio porticado de dimensiones monumentales denominado peristilo o viridarium, con un estanque para recoger el agua desde conducciones subterráneas. Como en cualquier casa romana, el resto de las habitaciones se abrían hacia este patio, desde donde reciben luz y ventilación, al no tener ventanas.
Hay que recordar que las casa romanas siempre se articulan en torno a patios y hacia el interior, nunca hacia la calles.
Esta villa tenía dos plantas, como se ve por los restos conservados de una escalera.
La casa, por sus dimensiones y mosaicos, pertenecía a una familia rica, a un patricio, que viviría allí con su familia y sus siervos. Si tenemos en cuenta el concepto de familia romano, entenderemos las dimensiones de la casa. No sólo viviría aquí el padre y la madre, sino también hijos, nietos, además de contar con un gran número de siervos para el trabajo del campo y el mantenimiento de la casa. Cuanto más prestigio quería tener un patricio, más esclavos tenía a su servicio.
La entrada de la casa parece que estaba por la actual entrada. Desde una pequeña habitación que hacía las veces de vestíbulo, se accedía al viridarium. A la derecha siguiendo el pasillo, en frente del estanque, encontramos una de las habitaciones principales: oecus: sala de recepción y banquetes.
OECUS: esta habitación conserva un mosaico dividido en tres partes. Una parte consta de motivos marinos.
La segunda parte presenta una decoración relacionada con el tipo de habitación en que nos hayamos: está representado el dios Baco (Dionisos en griego), dios del vino, de las fiestas y del teatro. El origen del teatro en Roma y en Grecia parece que está relacionado con diálogos improvisados que se hacían durante la vendimia para su entretenimiento, A estos diálogos se les fue añadiendo música y danza y posteriormente se realizaron con argumentos preparados. Así surge el teatro al amparo de este tipo de celebraciones, por lo que el dios Baco se convierte en el dios de este género literario. Por todo esto no es extraño encontrar representado en el mosaico de esta villa junto a Baco máscaras de teatro típicas que se utilizaban en las representaciones. Las máscaras se usaban con varios objetivos: los actores no solían ser más de tres, por lo que los personajes los representaban cambiando la indumentaria y la cara con la máscara; las mujeres no solían actuar, pues aquellas que osaban hacerlo eran consideradas de mala reputación, por lo que también se tenían que utilizar las máscaras para los personajes femeninos; y en tercer lugar, por la apertura que tenían en la boca, hacían efecto de altavoz para conseguir que el sonido llegara hasta las últimas filas.
La tercera parte, en el centro, en un círculo, presenta otro de los motivos característicos del mundo romano: un auriga victorioso en una cuadriga: carro tirado por cuatro caballos.
Si nos fijamos en los motivos geométricos podemos ver un símbolo frecuente en todas las civilizaciones antiguas, como la esvástica, tomada luego como símbolo del nacionalsocialismo en Alemania. Este símbolo tiene su origen en el sánscrito o antiguo indio, con el significado de “buena suerte”, “bienestar”, “prosperidad”, y será utilizado en la iconografía de muchas civilizaciones.
PASILLO QUE RODEA EL VIRIDARIUM: con mosaicos geométricos y florales. Este pasillo era porticado, con columnas que sujetaban el tejadillo para poder desplazarse de una habitación a otra sin mojarse los días de lluvia o pasear si hacía sol.
HABITACIONES: si salimos del oecus hacia la izquierda (pegadas a las actuales casas), llegamos a los que serían los dormitorios familiares, uno de los cuales conserva los mosaicos del suelo. En latín recibían el nombre de CUBICULUM, de donde viene nuestra actual palabra cobijo. Recibían la luz y ventilación del patio, aunque hay que imaginar que ambas eran muy escasas. Muchas veces se separaban del patio por una simple cortina.
Siguiendo el pasillo y dando la vuelta al VIRIDARIUM, encontraremos un canal de recogida de agua hacia el estanque y las escaleras de acceso al segundo piso.
TERMAS: en una esquina de la casa encontramos el espacio de unas posibles termas. Por su forma podría ser un caldarium, piscina de agua caliente, aunque no se conserva nada del hypocausto: horno para calentar el agua, que servía también de sistema de calefacción a través del suelo.
Al lado se puede observar un canal que sería el que suministraba el agua al baño.
TRICLINIUM: sala con una forma semicircular en uno de los extremos, forma extraña para una habitación romana, que solían ser siempre cuadradas. Podría ser el tablinum: despacho del señor o un triclinium, comedor. Conserva mosaicos geométricos y se pueden apreciar los distintos colores de las teselas. La parte absidal tenía un muro de separación. Probablemente serviría para poner una estantería con los papiros, libros y pergaminos, es decir, una especie de biblioteca, o bien podría ser el lugar del altar o ara de los dioses protectores del hogar: Lares y Penates.
Estas parte son las que se conservan de la villa, pero hay que suponer que contaba con almacenes, graneros, establos, etc para la explotación agrícola y ganadera, que se extenderían alrededor de la misma, además de contar con tierras para el cultivo y el ganado.